LA PANDEMIA. MI OPINIÓN PERSONAL

22/06/2020

PREFIERO VIVIR RODEADO DE LOCOS, A VIVIR RODEADO DE TONTOS

Con motivo de la pandemia creo que han conseguido adoctrinarnos de tal modo que hasta nos vigilamos y nos juzgamos entre nosotros.

Particularmente estoy harta de los miedosos, de los policías de balcón, calle o playa, harta de que me intenten tapar la boca con un bozal, harta de que la gente tenga miedo a abrazarse, a besarse….

la pandemia del covid

LA PELÍCULA DE LA PANDEMIA

Una película española de 2015 («Hablar») contiene una escena que parece sacada de una máquina del tiempo, de la mano del gran actor Sergio Peris-Mencheta.

La acción se desarrolla en el madrileño barrio de Lavapiés.

El actor lleva guantes y mascarilla cuando se entrecruza en la entrevista que un paparazzi realiza a una famosa,  acerca de su marido en la cárcel.

El actor describe, con apariencia de loco paranoico, lo que hoy estamos viviendo. Escuchen esa escena:

Separar, aislar, tocar, oler, epidemia, casa, medios de comunicación, contacto, reuniones, asambleas, manifestaciones, miedo, contagio, sometimiento, zona de pruebas, sistema, nocivos, idiomas, comunican, socializan, guantes y mascarilla, palabras que hemos escuchado una y mil veces en la PANDEMIA.

Y por fin Apocalipsis= correr el velo.

Hablar la película española que habla sobre la pandemia del covid

EL EXCEDENTE SOCIAL EN LA PANDEMIA

Soy partidaria de la justicia que habla y defiende nuestra más pura libertad como seres, el derecho a no ser «interferidos», engañados, manipulados, envenenados, irradiados, fumigados, … en definitiva asesinados.

Con motivo de la pandemia la extinción se ha dirigido a los más débiles y caros de mantener: ancianos y enfermos crónicos. Lo interesante sería saber el próximo objetivo.

¿No os resulta extraño que el bicho sea selectivo y ataque a ancianos y personas enfermas,  todos poco productivos?

No ataca a niños ni jóvenes. Un niño pequeño aun no tiene un sistema inmune maduro, en teoría serian carne de cañón, pero no.

Lo que ha pasado en las residencias de ancianos en Madrid, todo el mundo ha visto las directrices que tomaron, eso ha sido un genocidio en toda regla algo para la corte penal internacional de la Haya ¿donde están las denuncias?

Y digo yo ¿qué necesitamos ya para reaccionar?

PIENSA UN POCO

Están induciéndonos a pensar  que «somos demasiados».

También a causa de la pandemia…

La cuestión es que la nueva normalidad, que poco tiene de normal, ha traído consigo una consecuencia que va a producir efectos muy graves. Se trata de la limitación de aforo.

Aforo máximo en supermercados, en tiendas, en discotecas, en bares, en la playa, en el teatro, en bodas y entierros, en peluquerías y hasta en el ascensor de la comunidad de vecinos…

¿Cómo evitar el aforo máximo? Siendo menos personas.

Dentro de poco tiempo empezará a haber bots en las redes con la idea de que «si fuéramos menos la vacuna no sería obligatoria o necesaria» o «si fuéramos menos, la inmunidad de rebaño se habría alcanzado ya».

Y poco a poco el rebaño irá pensando que «mejor si somos menos».

Quién me hubiera dicho que recordaría con nostalgia aquello que decía el Dúo Sacapuntas en el Un, dos , tres de mi infancia_ “¿Como estaba la plaza? Abarrotaaaa!”

la nueva normalidad

LA NUEVA NORMALIDAD DESPUÉS DE LA PANDEMIA

El hecho de tener que comunicarnos entre nosotros utilizando un nexo tecnológico no sólo nos vulnera en nuestra privacidad sino que nos reduce el idioma y por ende nos lleva a un nivel involutivo.

Por no hablar de las Apps que controlarán nuestros movimientos y nuestras relaciones.

Las reglas de higiene y distancia física se mantendrán, como mínimo, hasta final de año y se van a convertir en una constante en nuestras vidas.

Adiós a los besos y apretones de manos

Uso obligatorio de mascarillas

Sistemas sanitarios contra las cuerdas: ¿están suficientemente liberados y preparados para otra ola epidémica?

Tened en cuenta que el límite de la circulación de personas lo pondrá la capacidad de atención hospitalaria a quienes resulten enfermos.

Eso es lo mismo que decir que los gobiernos administrarán la muerte. Tocará aprender a arriesgarnos lo menos posible. Pero el ‘no arriesgarse’ está fuera de las opciones realistas.

Vamos a pasar los próximos meses jugando al gato y al ratón. Tratando de revivir la economía sin matar a miles de personas en el intento.

No hay datos creíbles sobre el comportamiento de la enfermedad, y parece ser que el problema de la pandemia no es que se trate de una enfermedad que (generalmente) no es grave, sino que el verdadero problema es su rápido contagio y cómo ello provoca un colapso del sistema sanitario, impidiendo que los enfermos más graves lleguen a tener la atención que requieren. 

En logística, es inventar un mundo nuevo. O muchos mundos nuevos.

En el ajuste de esa nueva realidad habrá que pagar costos.

Monetarios, muchos.

De salud, otros.

Y cuando dominemos esas nuevas rutinas, en las que al principio no cabremos todos, quizá comencemos a vislumbrar la forma de eso que llaman “la nueva normalidad”.

Pero falta mucho para ello. Mucho dinero perdido, mucho tiempo y demasiado dolor.

Por eso no hablemos de nueva normalidad cuando apenas vamos a experimentar los estragos de una nueva realidad, una realidad tocada por un virus letal.

ECONOMÍAS EN CUARENTENA

Abrir sectores productivos implicará, necesariamente, un costo sanitario.

Soy muy consciente de que lo prioritario es salvar vidas pues la muerte es lo único que no tiene ninguna solución.

Pero al mismo tiempo, un gobierno debe tener la capacidad de tomar en paralelo otras medidas también necesarias y con urgencia para frenar una pandemia que no es únicamente sanitaria, sino también económica.

Debemos ser conscientes de la complicada situación por la que atraviesan ahora mismo muchas de nuestras empresas, al igual que ya empiezan a sufrir también numerosos trabajadores en una situación laboral que ya amenaza (y es) el desempleo.

Nuestras empresas se están enfrentando estos días a tener que atravesar complejas situaciones financieras, en las que la falta de liquidez, ingresos o parada de producción puede acabar estrangulándoles definitivamente.

Lo que hace el Gobierno

Mucho se ha hablado de las recetas “salvavidas” que iba a poner en marcha el gobierno para salvarnos a todos de la pandemia, y en su momento fue mucha la expectación creada al respecto.

El hecho es que el gobierno ha decepcionado, y mucho, a la mayoría de los analistas especializados, puesto que sus recetas son más bien escasas, y totalmente insuficientes para la que se nos viene encima, y de paso, no se acaba de ver que ataquen realmente a la raíz del problema.

Minimizar los problemas e ignorarlos no funciona.

Hay que afrontarlos de frente y con todas las herramientas que tiene el Estado, que son muchas. 

Si dejamos que los problemas se hagan más grandes, los mecanismos disponibles no son tan efectivos.

No sería justo no reconocer que hay medidas económicas que se han tomado.

Pues ya sería demasiado haber caído en la inacción en una situación de emergencia nacional como la que estamos viviendo.

Pero las medidas reveladas por el gobierno son efectivamente profundamente decepcionantes.

Y es que el Estado tan sólo ha propuesto medidas para anticipar o aplazar pagos, lo que en la práctica va a acabar suponiendo aplazar unos meses la consiguiente sangría financiera para las empresas.

De poco servirá que durante unos meses las empresas estén exentas temporalmente de sus pagos, si a la vuelta de la esquina, y con un panorama económico que no se anticipa nada halagüeño, van a tener que pagar lo que corresponda a ese año en curso, más encima lo aplazado del actual.

Vamos, que poco van a ayudar estas medidas en la práctica.

Y aunque es cierto que se ha conseguido un acuerdo para  que los ERTES se alarguen hasta el 30 de junio, parece que está difícil la negociación para que estos se prorroguen hasta el 30 de septiembre o hasta finales de año.

Lo que no se acaba de entender es que esta medida debería haber partido del propio gobierno, y además en esa mesa de negociación ya debería haber estado el ejecutivo desde el minuto cero, para agilizar al máximo la posible implementación en un estado de auténtica emergencia nacional.

Sin embargo, aquí estamos esperando su respuesta formal más allá de mostrar una buena predisposición a la propuesta de los agentes sociales y los empresarios, resultando sangrante que a fecha de hoy aún no estén ya a toda prisa trabajando en su aplicación.

Lo que debería hacer el Gobierno

Enfrentar la realidad de esta pandemia es un tema difícil de dominar por los políticos y gobernantes y menos cuando el presidente del país camina a ciegas y con tapones en los oídos, lo que le dificulta ver lo que realmente está sucediendo.

Y por si fuera poco, creo que carece de las cualidades necesarias para analizar lo que está sucediendo, por lo que no le queda más remedio que dar palos de ciego, débiles, ineficaces e insuficientes.

El diseño de la estrategia de apertura de la economía le corresponde al gobierno, y hacerse con toda la información posible para hacerla más robusta y efectiva es su responsabilidad.

Por ejemplo, echo en falta muchas pruebas diagnósticas, no hacer las inversiones necesarias para implementar el equipamiento en los hospitales, equipos de protección para los trabajadores de la salud, y en general, para la población.

A nosotros como población nos toca acatar y seguir las recomendaciones emanadas de la estrategia.

A cada quien su responsabilidad.

Pero no dejo de ver economías en el atolladero que se nos echa encima por momentos, y que también puede acabar provocando víctimas mortales por la precariedad socioeconómica que puede sobrevenir, y por los incontables suicidios cuya causa verdaderamente nadie analiza, y tras los que podría haber motivaciones económicas.

Me quedo con el mensaje de la película tenemos que hablar, hablar mucho y con mucha gente.  Hacer llegar nuestros mensajes, nuestras ideas, nuestras propuestas…

REACCIONEMOS

El secreto está en nuestros pensamientos, en nuestras palabras, en nuestra forma de reaccionar a todo esto…

La lista de atentados contra los derechos humanos de los seres del planeta es inagotable.

Pero igual es nuestra fortaleza y aguante.

No pueden con Nosotros, somos salvajes y libres.

Respetemos y disfrutemos al máximo de lo que nos ofrece esta vida y no dejemos «espacio» para los que quieren destruirla.

Respira, Toma el Sol, Come Sano, Despeja tu mente, Medita, Re prográmate.

Saludos compañer@s de viaje…

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